Thursday, August 10, 2006


Annette Peacock. La conocí por casualidad. Escuchaba un disco de Bill Bruford: “Feels good to me”. De repente, entre el sonido inconfundible del ex batero de Crimson y la guitarra canterburyana de Allan Holdsworth, una voz infrahumana se alzó y desde ese momento, el amor fue incondicional. No suena como una negra ni tampoco como una blanca. Solo suena como ella. Sus tonos bajos, seductores, intimistas, te sumergen en una ensoñación sonora deliciosa. Sus falsetes te ponen en un estado de tensión casi físico. En el 70, su primer disco “I’m the one”(1971), caótico, abrasivo, ya mostraba un potencial que explotaría en sus dos obras claves: “The perfect release” (1979) y sobre todo el indispensable “X-dreams”. Sus primeros pasos los dió con Albert Ayler, el famoso saxofonista free, y fue una de las participantes de los experimentos lisergicos que Timothy Leary encabezó en los ’60. En los ’90, ECM el sello alemán de jazz editó el oscuro “An acrobat´s Heart” y recientemente, Ironic apadrinó su ultima producción “31:31”. Es única, pero única en serio. Escuchenla, no se van a arrepentir.

1 Comments:

Anonymous Anonymous said...

Santi, grabame un cd que la quiero escuchar. Tu blog está barbaro, hoy lo recorrí con un poco mas de tiempo y se puede decir que se respiran sabores profundos, de esos que hay que descifrar para saborear. Y eso está bueno de verdad. Seguilo a muerte.
Te mando un abrazo.

Jack

4:54 PM  

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