Sunday, August 27, 2006


Daevid Allen. Miembro fundamental de esa rama tan exquisita del sonido progresivo que fue la escena Canterbury. Cansado de la vida pueblerina de su Australia natal, en los '60, Daevid recala en Londres en donde asiste a conciertos de Thelonious Monk y Charlie Mingus y toma contacto con la escena de la vanguardia a orillas del Tamesis. Una increíble coincidencia hace que conozca a Robert Wyatt: Allen arrienda un cuarto en la casa de la madre del músico ingles. La nueva amistad, lo lleva conocer a Kevin Ayers, Mike Ratledge, Hugh Hopper y otros y forma con Wyatt y Ratledge el Daevid Allen Trío. Luego viajaría a Paris, en donde se cruzaría con William Burroughs y Terry Riley y enseguida vendría la primera formación de Soft Machine y posteriormente, Gong. Esta banda le daría el marco para desarrollar una particular estetica surreal que incluía además de la música, un desarrollo conceptual de sus discos. Toda una mitología propia plagada de duendes, teteras voladoras, mándalas, brujas, hadas, planetas desconocidos y nombres ficticios, darían lugar a varios de los más logrados trabajos de psicodélica progresiva que jamás se hayan grabado. Claro, no lo hizo solo. Contó con la guitarra lisérgica de Steve Hillage (Submarine Captain), el saxo interrumptus de Didier Malherbe (Blomdido bad de Grasse), los cortes exactos de Pip Pyle (The Heap) y la sirena Gilly Smith (Shakti Yoni), quien es su compañera hasta hoy, entre otros. Su carrera solista también dió discos interesantes: entre otros, el mandalinico e hipnótico “Now is the Happiest time of your lives” (1977), donde las tablas de Sam Gopal, dan un marco perfecto a la oniria de Allen, “N’ existepas” (1979), cuenta con la voz de Gurdieff como background oral. Con Gong, ni se te ocurra no escuchar: "Magick Mother, Mystic Sister"(1970), “Camembert electrique” (1971), “Angel’s egg” (1973), “The Flying Teapot” (1973) y “You” (1974), estos tres últimos integran la trilogía “Radio gnome invisible". Ah, en una de las tantas formaciones de la banda, la que grabaría "Shamal" (1976), contaría en sus filas a nuestro Jorge Pinchevsky.

Saturday, August 26, 2006


David Sylvian. Elegante. Oscuro. Experimental. Todo eso es Sylvian y mucho más. Mediados de los ’70. David funda Japan, banda que empezó a delinear lo que se escucharía en la década siguiente, la música que tocarían tooooodos en los 80, pero más grasa y más comercial . Su música empezaría de a poco a incorporar elementos de la electrónica que en su etapa solista, a partir de los 90, serian tan centrales en su particular sonido. Su voz, casi habla, dice, susurra, como si estuviera a tu lado, diciéndote cosas. Como secretos, que son las claves de su enigmática y oscura música. Drones, sonidos filosos, y el suena relajado, intimo y profundo. No es complaciente, no pretende agradar a todos. Solo a quienes puedan sintonizar la conexión entre su carne y sus maquinas. ¿Compañeros de ruta?: Robert Fripp, Derek Bayley, Brian Eno, Mick Karn, Ryuchi Sakamoto, John Hassel ¿Discos?: muchos, Blemish, del 2004, es increíble y de los 90, el impecable “Dead bees on a cake”.

Thursday, August 10, 2006


Annette Peacock. La conocí por casualidad. Escuchaba un disco de Bill Bruford: “Feels good to me”. De repente, entre el sonido inconfundible del ex batero de Crimson y la guitarra canterburyana de Allan Holdsworth, una voz infrahumana se alzó y desde ese momento, el amor fue incondicional. No suena como una negra ni tampoco como una blanca. Solo suena como ella. Sus tonos bajos, seductores, intimistas, te sumergen en una ensoñación sonora deliciosa. Sus falsetes te ponen en un estado de tensión casi físico. En el 70, su primer disco “I’m the one”(1971), caótico, abrasivo, ya mostraba un potencial que explotaría en sus dos obras claves: “The perfect release” (1979) y sobre todo el indispensable “X-dreams”. Sus primeros pasos los dió con Albert Ayler, el famoso saxofonista free, y fue una de las participantes de los experimentos lisergicos que Timothy Leary encabezó en los ’60. En los ’90, ECM el sello alemán de jazz editó el oscuro “An acrobat´s Heart” y recientemente, Ironic apadrinó su ultima producción “31:31”. Es única, pero única en serio. Escuchenla, no se van a arrepentir.

Tuesday, August 08, 2006

El Sabor del Te


Una familia japonesa de clase media. Una casa en el medio de la montaña. Una madre dibujante de anime. Un marido psiquiatra que hipnotiza a algunos miembros de la familia, introduciéndolos en una especie de viaje psicodélico. Un abuelo entrañable, que pasa sus días retratando a su gente, un tío ingeniero de sonido con una frondosa imaginación. Un adolescente que no sabe como enamorar a su chica y lo logra a través del milenario y misterioso Go, aquel juego que retratara magistralmente Yasunari Kawabata en el “El maestro de Go”. Una nena que convive con una versión gigante de si misma. Ingredientes especiales para esta película soberbia de Katsuhito Ishii. Poesía, contemplación, modernidad, y esa particular, ingenua, profundidad japonesa. El espíritu de Kurosawa sobrevuela cada rincón y agradecemos que el cine nipón no sea solo terror y animación. Esta en DVD. Vale la pena

Sunday, August 06, 2006

Hermeto Pascoal, eclecticismo y riesgo


Samba, Bossa Nova, Jazz, Choro, experimentación, improvisación, relatores de fútbol, perros, cerdos, poesía y otras sorpresas, son los ingredientes que conforman el maravilloso y fascinante mundo musical de Hermeto Pascoal.
En sus discos el compositor, arreglador y multi-instrumentista despliega un eclecticismo exquisito y la búsqueda permanente de un nuevo sonido. Improvisaciones a partir de un gol relatado por un locutor desconocido, o un coro de canes desafinados pueden sorprender desde alguna de sus obras. Las actuaciones en vivo de Hermeto suelen deparar momentos de asombro como cuando toma alguno de los elementos que forman su parafernalia escénica, integrada por objetos como patos de goma, vasos comunes, botellas, baldes, ceniceros, y logra hacerlos sonar como si fueran instrumentos musicales. Su aspecto de duende albino confirma la magia y el misterio que parecen habitar su música.
La larga trayectoria de Pascoal incluye colaboraciones con Elis Regina, Maria Bethania, Sergio Mendes, Flora Purim, Tom Jobim, Raimundo Fagner, Alphonso Johnson y Gil Evans entre otros. El gran Miles Davis lo convocó en 1970 para la grabación del antológico “Live-Evil”. En esa época, Miles se hallaba muy influenciado por Jimmy Hendrix, – con quien planeaba grabar un disco - y decidió electrificar el sonido de su trompeta con un wah-wah. Reunió para la ocasión a un seleccionado de músicos: Hermeto, John McLauglin, Chick Corea, Herbie Hancock, Keith Jarret, Dave Holland, Jack Dejohnette, Joe Zawinul, Airto Moreira, Michael Henderson, Steve Grossman, Billy Cobham y Ron Carter. Pascoal contribuirá además con dos composiciones “Nem um talvez” y “Little Church”. De este disco doble, en el que el sonido de Hermeto transforma la música de Miles, saldrían las principales figuras que formarían los más importantes grupos de Jazz Rock de los ’70.
Pero tal vez la anécdota de una de sus visitas a Buenos Aires en la década del ‘90, retrate el personaje en toda su dimensión. Hermeto se presentó en el Coliseo, y terminado el espectáculo, salió a la calle junto al público y tocó por más de una hora en la plaza situada frente al teatro, ante el asombro y el regocijo de los porteños que pasaban por el lugar.
Su discografía incluye piezas magistrales como “Zambumbe buma” o “Lagoa Da Canoa, Municipio de Arapicara” en donde la libertad estética, la búsqueda sonora, el riesgo, el saludable habito de eludir los lugares comunes y la belleza son el capital invalorable que Hermeto Pascoal dispone para crear su música única e irrepetible.

Robert Wyatt. Icono de la escena Canterbury. Wilde flowers, Soft Machine, Matching Mole, Hatfield and the north lo vieron entre sus filas. Brian Eno, Daevid Allen, David Gilmour, Hugh Hopper, fueron algunos de sus socios musicales. Socialista militante, en los 70, un accidente lo depositó en una silla de ruedas. Como solista, el seminal “Rock Bottom” (1974) y otros grandes discos como “Shleep”(1994), llenaron de su psicodélica melancólica la chatura de la música contemporánea. Pero su melancolía no es un lamento, sino su forma particular de conectarse con si mismo, su dialogo con su dolor y su forma de conciliarlo y sobrevivirlo.
Querido Frank.....
Un observador implacable de la la sociedad norteamericana, destructor de lugares comunes, iconoclasta, ecléctico e inclasificable. Maestro de músicos: por su banda pasaron lo mas granado de los instrumentistas de su generación. Irónico, farsesco y sarcástico. Rock, Reggae, clásica, pop, jazz, vanguardia.
Enormes discos que quedaran para la mejor historia de la musica popular: Hot rats, Grand Wazoo, Waka Jawaka, Roxy & Elsewhere y la lista es larguisima. Lejos del dudoso jazz-rock de los 70, Frank introdujo una Big Band en su banda y educo el oido de generaciones. Lucho incansablemente contra la censura republicana, torpe e ignorante, y denuncio sutilmente la basura del american way of life. Zappa fue un documentalista de si mismo: grabó y filmó la mayoría de sus conciertos (siempre se encargaba de remarcar que cada concierto que editaba no tenia ningun tipo de modificacion posterior en estudio) y gracias a esa costumbre, todavia, varios años despues de su muerte, se familia nos regala alguna joyita perdida. Frank, gracias...

Una letra: I'm the slime" (Overnite sensation 1973)

Soy bruto y pervertido
Estoy obsesionado y trastornado
He existido durante años
Pero muy poco ha cambiado
Soy la herramienta del Gobierno
Y también de la industria
Porque estoy destinado a gobernar
Y a regularte

Puedo ser vil y pernicioso
Pero no puedes mirar a otro lado
Te hago pensar que soy delicioso
Con las cosas que digo
Soy lo mejor que puedes conseguir
¿Me has adivinado ya?
Soy el cieno rezumando De tu aparato de TV

Me obedecerás mientras te dirijo
Y te comerás la basura con la que te alimento
Hasta el día en que no te necesitemos
No busques ayuda... nadie te hará caso
Tu mente está totalmente controlada
Ha sido rellenada dentro de mi molde
Y harás lo que se te ha dicho
Hasta que se vendan tus derechos

Eso es, amigos...No toquen ese control
Bueno, soy el cieno de tu vídeo
Rezumando por el suelo de sala de estar
Soy el cieno de tu vídeo
No se puede parar al cieno, gente, mirenme ir
Soy el cieno de tu vídeo
Rezumando por el suelo de sala de estar
Soy el cieno de tu vídeo
No se puede parar al cieno, gente, mirenme ir

Gil Evans, el genio detras de Miles


El gran Gil, detras del gran Miles, solo recordado por algunos inquietos, reescribió el Jazz para Big Bands y nos dejó un par de discos geniales: el tributo a Jimmy Hendrix, disco que preparó para tocar con el mismo Jimmy y Miles y abortado por la muerte absurda del guitarrista de Seattle. O en los 50, el maravilloso "Gil Evans & Ten", en los 70 "Svengali" y "Blues in orbit". Un arreglador creativo, brillante, casi visual, con una cualidad particular: su sonido variaba según evolucionaba hacia la modernidad, no se cristalizó en una epoca y su musica abrevó de otros músicos, a quienes reinterpetró y reversionó de manera absolutamente personal y novedosa.

Saturday, August 05, 2006

Arqueologos del rock


Pueden pasarse semanas en busca de aquella grabación de Luis Alberto Spinetta en vivo en el teatro Opera, el 23 de octubre de 1973 a las 11 de la mañana, presentando “Artaud” o caminar las disquerías porteñas sin descanso, buscando encontrarse con una grabación de algún recital de Radiohead en Londres en 1995 que rastrean hace meses. Establecen competencias entre ellos, disputándose el titulo del coleccionista más completo y llegan a conmoverse hasta las lagrimas cuando una figurita difícil aparece en el fondo de una batea de una disquería en Constitución o gracias a las nuevas tecnologías, cuando encuentran en algún sitio de intercambio de archivos, un recital de Led Zepellin de 1974. Claro, siempre la búsqueda esta referida a títulos originales, ya que el packaging original juega un papel importante en la obsesión fetichista que los domina.
Claudio De Palma es uno de estos maníacos irrecuperables que buscan en esta acumulación de compacts disc, vinilo, videos, libros, un espacio lúdico y de libertad que les recuerda su época de adolescentes. Posee alrededor de 7000 títulos de rock nacional. A veces recibe ofertas por algún material y se niega a vender: “Me han ofrecido bastante plata por algunas cosas que tengo , pero como buen coleccionista, no las vendí. Por ejemplo, un disco de Síntesis, de 1976 que yo compre a 2 pesos en una barata, pude haberlo vendido por 200 dólares”.
Esta acumulación y la necesidad de financiar su búsqueda, han llevado a muchos de ellos a ofrecer a la venta su material inédito o fuera de catalogo en disquerias especializadas. Ellos mismos se encargan de producir cuidadas ediciones de viejos vinilos pasándolos a formato cd, que respetan la gráfica original y reciben un escrupuloso tratamiento digital para mejorar el sonido y eliminar el molesto ruido producido por el deterioro del disco. Este fenómeno ha producido, que con paciencia y un poco de suerte, se pueda conseguir verdaderas perlas inéditas debido a su escasa posibilidad de venta masiva. Se sabe: las compañías discográficas dirigen su atención a los productos que les aseguren ventas y no reeditan aquellas obras que solo pueden interesar a un puñado de entendidos.
La fantasía de estos verdaderos fanáticos es “tener todo”, haya sido editado o no. Pero De Palma desconfía: “Yo compro todo lo que es rock nacional conocido y no conocido. De hecho, tengo varios discos de bandas del interior del país que no las conoce nadie. No tengo un parámetro de fineza. Para mi esto es como las estampillas, no tiene fin. Creo que no existe la persona que me pueda decir “tengo todo”.
Para aquellos que decidan unirse a esta cruzada, el sitio de AMG, una distribuidora con sede en Miami, les brindara una base de datos muy completa: http://www.allmusic.com/. También pueden recurrir al sitio Music plasma: http://www.liveplasma.com/ que ofrece mediante animación flash, una interfaz que vincula a cada músico o banda con sus antecedentes y con otras propuestas similares. Los que añoran sus vinilos nacionales, pueden recurrir a la pagina web de la disqueria Oid Mortales que cuenta con un completisimo catalogo de rock nacional: http://www.oidmortales.blox/.com. ar.




Del otro lado del mostrador

La otra cara de los coleccionistas son los disqueros. Aquellos que consiguen el material anhelado y son reverenciados por su capacidad para encontrar lo más raro e inconseguible.
Damian Garcia, dueño de la mítica disqueria Oid Mortales, tiene una mirada desencantada sobre estos personajes: “En general, no consumen arte sino números. No son gente fina que escucha música. Hay un publico que investiga grupos y sonoridades nuevas, le importa descubrir cosas originales e innovadoras, en cambio el coleccionista solo busca llenar el álbum de figuritas. Garcia olfatea cierto goce fetichista en estos rastreadores incansables: “No les importa como suena, se desesperan con lo que es difícil, les encanta poseer objetos”.
Otro fenómeno relacionado con las disquerias, es el de las reediciones de viejas grabaciones: “Es notable como esta gente se compra los mismos discos varias veces, ya sea porque tienen un tema más o incluyen las letras o fotos inéditas. El doble de Pescado Rabioso lo vendí como nunca porque traía el librito original con las letras. Por otro lado hay discos elementales que no se han editado nunca, por problemas legales o kilombos entre los músicos, y las versiones piratas de esas grabaciones son muy buscadas”.

El ataque al Comando de Sanidad


En 1973, a escasos días de las elecciones que consagrarían la formula Perón-Perón y en pleno interinato de Raul Lastiri, quien sucedió al Dr Campora y lideró el proceso de derechización del gobierno peronista, el PRT-ERP protagonizó un ataque a una unidad militar en lo que constituiría el primer acto guerrillero en democracia.

El 6 de setiembre de 1973, la compañía José Luis Castrogiovani del Ejército Revolucionario del Pueblo intentó sin éxito la toma del Comando de Sanidad del Ejército Argentino, en pleno barrio de Parque Patricios. El objetivo principal de la acción era apoderarse de un importante arsenal. Este hecho adquirió particular importancia ya que se trató de la primera operación militar realizada por alguna organización guerrillera en plena democracia.
Los 14 insurgentes ingresaron en el cuartel aproximadamente a la 1 y 30 de la madrugada. La guardia les permitió la entrada debido a que un soldado dragoneante – Hernán Invernizzi – integrante del ERP desde 1972, cumplía con el servicio militar obligatorio en esa unidad. Haciendo uso de su autoridad sobre los soldados rasos, ordenó abrir las puertas del cuartel. En un primer momento la toma se desarrolló por la fuerza pero sin combate, como se había acordado en el planeamiento de la operación. El comando guerrillero ejecutó el plan que había estudiado minuciosamente, aunque el azar jugó sus fichas. Luego de que en un intercambio de disparos en la guardia interna del cuartel, un soldado, un teniente primero y un insurgente resultaran con heridas leves, en una distracción de quienes los custodiaban; dos conscriptos lograron evadirse y a una cuadra del Comando, se encontraron con un patrullero.
En pocos minutos, el lugar se encontraba sitiado por fuerzas policiales. Los guerrilleros podrían haber roto fácilmente el cerco de las fuerzas de seguridad, ya que tenían armamento y entrenamiento militar suficiente, sin embargo decidieron esperar a que amaneciera y rendirse ante jueces y periodistas. Esta decisión del grupo estuvo fundada en la determinación ineludible de no poner en riesgos al vecindario y al personal civil.
Por la mañana, luego de que se sumara el Ejercito al sitio del cuartel, los guerrilleros se rindieron y comenzaron a salir con las manos en la cabeza a la calle Combate de los Pozos. Cuando todo el contingente estaba bajo control de las fuerzas de seguridad, se escuchó en el interior de la unidad militar tiros de fusil. Como resultante de este confuso episodio, resultó herido de muerte el teniente coronel Duarte Hardoy.

Radiografia de una toma.

Los interrogantes que se presentan ante esta operación son muchos. Uno de los principales es por qué una organización armada decidió atacar un cuartel del Ejército e ir a buscar a su enemigo en el lugar en donde es más fuerte y hacerlo además en plena democracia.
Hernán Invernizzi, uno de los principales protagonistas del hecho sufrió varios años de prisión por su participación en la toma. El ex guerrillero afirma: “Se decide hacer esta operación porque yo estaba ahí. Si yo hubiera estado en otro cuartel, se podría haber elegido ese otro lugar. Si me tocaba el Regimiento Patricios, no se hacia ya que a nadie se le hubiera ocurrido atacar semejante monstruo. En ese momento, en la Regional Capital Federal, era el único lugar en donde podíamos hacer algo”
Rubén Oscar “Zurdo” Suárez fue el jefe del comando guerrillero. Era miembro de la conducción regional y hacia solo tres meses que estaba en libertad gracias a la amnistía para los presos políticos que decretó el presidente Campora. “Elegimos ese momento porque Invernizzi cumplía su ultimo mes en la unidad militar y era en ese momento o nunca” afirma.
La estrategia política general del PRT- ERP para la época y su posición frente al gobierno de Hector J. Cámpora fue hecha publica en mayo de 1973 en un volante titulado “Porque el ERP no dejará de combatir”. El panfleto, redactado por el mismo Roberto M. Santucho y refrendado por toda la dirección perretista, delineaba las directrices que la organización seguiría frente al nuevo escenario político-institucional: “El gobierno que el Dr. Cámpora presidirá representa la voluntad popular. Respetuosos de esa voluntad, nuestra organización no atacará al nuevo gobierno mientras éste no ataque al pueblo ni a la guerrilla. Nuestra organización seguirá combatiendo militarmente a las empresas imperialistas y a las fuerzas armadas contrarrevolucionarias”.
La discusión interna en el seno del ERP debido a esta posición fue muy fuerte. Invernizzi cree que esta concepción estaba profundamente equivocada: “No se puede establecer de ese modo una diferencia entre Gobierno y Estado”.
Pablo A. Pozzi, Doctor en Historia y docente de la UBA especializado en movimiento obrero argentino y ex militante del PRT tiene una posición parecida: “Concebir que podes atacar las FFAA y el gobierno no va a hacer nada es una ridiculez”.
El Zurdo Suárez relata una discusión que tuvo con un grupo de militantes que da una posible explicación a la confusión teórica de la organización: “La toma se organiza de acuerdo a los lineamientos fijados por la conducción: amnistía para la policía y no para el ejercito”. Esta frase revela que en la concepción del PRT-ERP, la policía representaba el poder represivo del Estado, ya que dependía del poder ejecutivo, más precisamente del ministerio del Interior, mientras que el Ejercito era percibido como una fuerza autónoma e independiente del Estado. El debate interno fue muy encarnizado: “El ataque generó muchas discusiones. Los compañeros decían que era contradictorio con lo que yo decía. Yo venía involucrándolos para el asunto del laburo de masas y con la gente. Ellos decían que con esta acción pudríamos todo”
Una vez zanjada la discusión, esta estrategia fue seguida consecuentemente por el partido en su conjunto. Los resultados y el progresivo aislamiento del PRT-ERP rebelarían el erróneo camino tomado y serían los causantes de gruesos errores en los pasos tácticos que la organización tomaría: “Sanidad es el paradigma que resume los errores de concepto de la estrategia del partido, pero la operación se enmarcaba perfectamente en la línea que habíamos tomado” asegura Invernizzi.
Pozzi asegura que el partido hizo algunas conclusiones erradas: “En una situación concreta de debilidad de los militares se leyeron equivocadamente una cantidad de señales en torno a lo político-militar. Hubo algunos copamientos que se hicieron a fines de la dictadura de Alejandro Agustín Lanusse que fueron sumamente exitosos. El ERP hizo asaltos de infantería y los militares se rindieron y la conducción entendió que la moral de combate de los militares estaba quebrada, sobre todo, porque los conscriptos no estaban dispuestos a combatir. Mi comprensión es que el ejercito a fines del 72 no sabia si resistir o no. Pero fue un momento muy pasajero. Una vez que asume Campora y ocurre la masacre de Ezeiza, ya hay una política concreta en su lugar y el cuerpo de oficiales ya sabe lo que va a hacer y responde a una nueva doctrina interna que refleja la decisión de combatir a la guerrilla”.
La conducción nacional le exigió a la regional que asegurara que la ocupación se realizaría sin combate, sin lastimar a los conscriptos y que eludiría todo enfrentamiento armado por seguridad de los vecinos. En este sentido, Invernizzi afirma: “Fuimos muy consecuente con la línea política. Decidimos entregarnos y no escapar a sangre y fuego. Hubiéramos superado a la policía con facilidad. Además, contábamos con equipos de apoyo fuera del cuartel”.
“Salir era imposible porque estaba todo rodeado. Por atrás, adelante, y los costados. Entonces el asunto no era resistir a tiros sino aguantar, pedir parlamento hasta que se hiciera de día”, asegura Suarez.
Otro interrogante a iluminar es por qué, a pesar de haber sido cuidadosa e ingeniosamente planificada (como se lo reconocieron los propios militares a Invernizzi cuando éste estaba en prisión) y a haber estado a minutos de haber concluído exitosamente, finalmente la operación falló. “El azar tuvo que ver bastante. El compañero que cuidaba a los colimbas se distrajo por una pavada y estos encontraron a una cuadra, un patrullero. Si iban hasta la comisaría, posiblemente hubiéramos podido irnos sin problemas” asegura el ex conscripto.
Suarez afirma: “La forma operativa la copio de lo de Rawson – la fuga que protagonizaron decenas de prisioneros del penal de esa localidad en 1972 y que culminó con el asesinato de un grupo de militantes- que me pareció bueno. Es decir, un pequeño grupo que vaya haciendo los primeros golpes, pero el plan falla cuando estábamos por irnos y cumplir con el golpe de mano, debido a los dos colimbas que se fugaron”.


La muerte del teniente coronel Duarte Hardoy.

El episodio más controvertido en toda la operación fue la confusa muerte del teniente coronel Duarte Hardoy. “Fue una tragedia. Un error de comunicación le impidió enterarse al grupo comando de Hardoy que ya nos habíamos rendido. Cuando ya estábamos en la calle desarmados, entraron por una puerta lateral y alguien le disparo. Nunca hubo voluntad real de investigar y fue cómodo achacárnoslo a nosotros. Eso sí, nunca intentaron hacerme responsable a mi. Es más, en el juicio dijeron que no fui, ni podría haber sido, ni podría haberlo evitado. Fue una muerte absurda. Además, para nosotros no tenia sentido, no nos hubiera servido para nada. La hipótesis más plausible es que fue un disparo de algún colimba nervioso” arriesga Invernizzi.
“Los militares aseguran que lo mató el ERP y este insistió en que fueron los militares. Mas allá de mi parcialidad, es muy probable que lo hayan liquidado los milicos porque la trayectoria de la bala parece indicar que venia desde la propia tropa. No había una política de ejecutar a nadie. Suárez , jefe del grupo guerrillero, me dijo que ellos no fueron, porque el tendría que haber dado la orden y jamás hizo tal cosa”, asegura Pozzi.
Efectivamente, Suárez confirma esta circunstancia: “Según lo que analiza el juez, nosotros no teníamos ángulo de tiro para balearlo por la forma que la bala atraviesa la clavícula del militar. Un compañero que por su posición, era el único que podría haber tirado, dice que de arriba de él, salió un tiro. La orden que yo había dado era que no tiraran y si lo hacían, solo para intimidar y no para matar, porque en cuanto muriera uno de ellos, nos mataban a todos, uno por uno. Nos asaltaban ellos a nosotros. Además, parece que existia una interna entre el general Sassiaín –jefe del contingente militar - y este teniente coronel y entonces Duarte Hardoy quería entrar primero en el cuartel y en el apresuramiento, puede haber habido una bala perdida del propio Ejercito”.
En su libro Monte Chingolo, Gustavo Plis Sterenberg, ex militante del ERP y participante activo del ataque al Batallón de Arsenales Domingo Viejobueno, da una versión de los hechos similar al del Ejercito: “Duarte Hardoy era un oficial entrenado en Panamá en los cursos de comandos y se había desempeñado como instructor en Fort Gullick. Su intento de ganarle de mano al general Sassiaín le resultaría fatal. Pese a la orden de tirar solo para intimidar, desde el piso superior del edificio, un guerrillero lo hiere gravemente”.


Autrocritica estrategica

Aquellos militantes revolucionarios han hecho severas autocríticas respecto de su actuación particular y la de sus respectivas organizaciones en general. Invernizzi asegura: “Nosotros desde la cárcel empezamos a hacer públicas duras criticas desde los años 80. Debíamos hacer una autocrítica. Si te pegan una paliza feroz, destruyen tu organización y le imponen al pueblo una derrota estratégica al pueblo en su conjunto, si no lo haces sos un tarado”, afirma el ex guerrillero.
La deficiente política de inserción entre las masas y el militarismo exacerbado también son motivo de un exhaustivo análisis: “Lo importante no fue la derrota del ERP, sino la derrota del movimiento obrero. Nuestra experiencia fue sobrevalorada porque fue muy mediática y trágica. Adquirimos un protagonismo que quizás no nos merecíamos. Nuestra política de masas fue insuficiente. La actividad militar era una herramienta y terminó siendo un objetivo. Tampoco me gusta la excusa de que éramos jóvenes. Es una forma liviana de deslindar responsabilidades. Hagámonos cargo, pero frente al pueblo. Nunca hicimos nada de mala leche o por interés personal, cometimos errores e hicimos macanas" opina el ex dragoneante.
Las acciones militares entorpecían y abortaban el trabajo de masas que los militantes del PRT que no pertenecían al ERP ejecutaban. Estas eran actividades de superficie y en ese particular momento estaban en constante aumento ya que la transición democrática que se registraba en el país otorgaba excelentes oportunidades para que ese trabajo fructificara. Cuando Suárez recuerda y afirma: “El ataque generó muchas discusiones. Los compañeros decían que era contradictorio con lo que yo decía. Yo venía involucrándolos para el asunto del laburo de masas y con la gente. Ellos decían que con esta acción pudríamos todo”, refleja la permanente tensión y contradicción entre el frente de masas y el militar. El propio Suárez, luego de salir de la cárcel, estaba dedicado al trabajo en las bases y tuvo que ocuparse de liderar el ataque al Comando de Sanidad: “Cuando salimos retomamos cosas. Fueron 3 meses lo mío afuera, 2 meses dedicados a limar todas esas asperezas y tratar de inculcar a la gente en este otro tipo de acercamiento con la gente. Y el último mes fue dedicado a la toma del cuartel”.
Para Pozzi, había una clara diferencia entre las conclusiones que la conducción de la organización sacaba y las acciones operativas que tomaba: “Yo encuentro en la documentación del partido, mucha capacidad de análisis del momento, de la coyuntura política, aunque lo que falló fue la decisión de lo de lo que debían hacer a partir de ese diagnostico acertado La violencia es una experiencia traumática para cualquiera, pero para quienes la utilizaron como herramienta política, adquiere una significación muy particular. Invernizzi asegura: “Para nosotros, la violencia siempre fue una cagada. Era un mal inevitable. Soñábamos con no tener que hacer acciones armadas. ¿Te crees que es lindo ser guerrillero?, es horrible es feo. Siempre había alguno que era fierrero o un psicótico. Pero la violencia era una desgracia para la mayoría”.
Arnold Kremer afirma en su libro “Hombres y mujeres del PRT - ERP” que recién en el final, semanas antes del asesinato de Santucho, la conducción del partido pudo ver que su estratégica general los conducía a un callejón sin salida: ”Hay un error en la línea política que impide al partido y al ERP reponerse y contraatacar eficazmente la ofensiva enemiga” advertía un documento del Comité Central. El jefe del PRT se disponía a dejar el país cuando una partida del Ejército lo encontró por casualidad en un departamento de Villa Martelli.
Julio Santucho, en su libro “Los últimos guevaristas”, afirma: “Si en 1973 la izquierda argentina hubiera comprendido que el ciclo insurrecional estaba cerrado y hubiese tenido la capacidad de hacer política revolucionaria en las nuevas condiciones, de elaborar un proyecto de conquistas democráticas y de disputar el consenso al peronismo en el marco democrático, la lucha armada no se hubiera prolongado después de las elecciones”. Esto no fue lo que ocurrió y tanto el ERP con la toma de Sanidad como Montoneros con el asesinato de José I. Rucci cometieron el error de continuar con su accionar militar cuando el pueblo todavía no había agotado su confianza en la clase política en general y en el peronismo en particular.
Pero tal vez donde se nota un ejercicio autocrítico más profundo es en su responsabilidad frente al pueblo, destinatario de todos los esfuerzos y sacrificios que protagonizó su generación. En este sentido, Invernizzi afirma: “No supimos entender el mundo de la política. Cometimos errores mucho más graves que haber atacado un cuartel. Uno de ellos fue darle a nuestro enemigo, que lo era también del pueblo, herramientas políticas para reprimirlo y someterlo a una derrota estratégica. Esa es la responsabilidad que más me preocupa”.